
PROBLEMÁTICAS TRATADAS
Abordaje de los Trastornos de la Conducta Alimentaria
El camino a la recuperación de un problema alimentario suele ser largo, difícil y a veces parece hasta imposible, pero una vez que empiezas a comprender mejor lo que te pasa, cuando sientas que vas logrando pequeños objetivos y te des cuenta que tu vida empieza a tener un nuevo sentido se convertirá en uno de los logros más importantes de tu vida.
El primer gran paso lo constituye un diagnóstico adecuado y multidisciplinar a cargo de nuestro grupo de profesionales especializados y con vasta experiencia clínica en este tipo de problemáticas. Es indispensable evaluar el estado físico tanto desde el punto de vista nutricional como médico, además de todo el contexto psicológico individual y social tanto del paciente como de su entorno más cercano.
Aunque el manejo del peso es crucial, la superación de un TCA implica mucho más que eso. El abordaje integral permite reflexionar acerca del papel que éste cumple en la vida de la persona y de su familia. Esto quiere decir que nadie elige padecer esta enfermedad y que hay una dinámica compleja y multifactorial que comprender y que puede explicar, en gran medida, el por qué se puede hacer tan difícil superarla.
En Aida nos preocupamos de analizar detalladamente la situación de cada persona, considerando, entre muchos aspectos, el tiempo de la enfermedad, el impacto de ésta en la persona y quienes la rodean, las posibles redes de apoyo y el momento vital de cada paciente. Es por esto que diseñamos programas de intervención individualizados y que pueden tener distintas modalidades.
Evaluación y tratamiento nutricional
El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), requiere un enfoque colaborativo por un equipo interdisciplinario de salud mental, nutrición y especialistas médicos. La intervención nutricional, es un componente esencial del tratamiento durante la evaluación y a lo largo de todo el proceso de atención.
La evaluación nutricional, es la metodología que se utiliza para determinar el estado nutricional de un individuo y permite priorizar y tomar decisiones del tipo de intervención que se debe realizar. La valoración nutricional permite la identificación de comportamientos alimentarios problemáticos para el manejo del peso corporal además de cuantificar la gravedad del compromiso biomédico y del estado nutricional. A partir de esto podemos establecer metas realistas y alcanzables relacionadas con la nutrición para apoyar a las personas en la realización de cambios que permitan una relación más tranquila con la comida y sus cuerpos. Esta evaluación considera aspectos sociales, antropométricos en caso de ser necesario, alimentario-nutricionales y clínicos, con la finalidad de realizar un diagnóstico nutricional integrado y personalizado. Luego del diagnóstico es necesario establecer objetivos dietoterapéuticos, determinar requerimientos nutricionales de macro y micronutrientes, priorizar intervenciones alimentario-nutricionales (distintas en cada paciente), realizar educación y consejería alimentario nutricional a la paciente (y su familia si corresponde), evaluar el impacto de la(s) intervención(es) realizadas y realizar ajustes pertinentes para el logro de metas y objetivos propuestos. Lo anterior se realiza con la finalidad de ayudar a nuestras pacientes a desarrollar un patrón alimentario saludable y lograr la rehabilitación nutricional, para lograr una relación amable con sus cuerpos y comida.
Somos especialistas en trastornos de la conducta alimentaria y esto quiere decir que sabemos, conocemos y comprendemos las dificultades emocionales y el miedo que te puede generar trabajar en los cambios en los patrones alimentarios, la imagen corporal y el peso. Por esto las intervenciones nutricionales se realizan de manera progresiva y adaptadas a cada paciente en coordinación con todo el equipo tratante.
Nivel Ambulatorio: Consiste, principalmente, en que el paciente acude a sesiones de psicoterapia individual, familiar (cuando sea oportuno), nutricionales y psiquiátricas (cuando sean necesarias).
Las sesiones de psicoterapia individual suelen tener (sobre todo al principio del tratamiento) una frecuencia de al menos una vez por semana. El objetivo principal de estas sesiones es contener, acompañar a la paciente y comprender el significado y dinámica de la enfermedad en cada persona.
Sesiones Psiquiátricas: Muchas veces se vuelve necesario el uso de psicofármacos para lograr una mejor estabilización del cuadro (que suele asociarse a una inestabilidad anímica importante y un aumento de la ansiedad) y a su vez tratar distintas comorbilidades que puedan presentarse.
Psicoterapias Familiares: Las familias se pueden convertir en los mejores aliados para el tratamiento, es por esto que, cuando es posible, se complementa el tratamiento individual con sesiones donde participan integrantes de la familia, generando nuevas miradas, aportes y pudiendo aumentar así las posibilidades de éxito terapéutico.